domingo, 15 de enero de 2012

Buenas!!

Ay...que yo tenía muchas cosas que contar y ya ni me acuerdo por la cantidad de problemas que me esta dando internet xDDDDDDDDDD
Esta es la quinta entrada que hago y espero que esta vez se publique o sino ya me autoproclamare amada por todas menos por el blog que ultimamente me echa xD
Ayer estuve con tsukuyu aunque solo nos vimos durante una hora y media o dos ;w; y-y odio el instituto porque me estresa me hace más vaga todavia y no puedo ver a mis mellizas todos los dias TTTwTTT esta semana lo he pasado tan mal que hasta he soñado con ellas varias veces xDDD
Por otro lado don cereza ha hecho el envío o algo así de nuestra Biblia xDDD aunque no me he enterado de naaaaada de lo que ha pasado pero...había problemas con el envío o algo así xD
Y la semana que viene espero ver otra vez a Kyuma e ir al cine las tres juntas!!! */////*
y bueno...ahora toca daros una mala noticia xDDDD la autora de por amor ayer dejo un comunicado (soy guay diciendo esa palabra xD) en el que dice que va a dejar su fic de "por amor" lo borrara y lo volverá a subir cuando sepa como continuarlo ;w;
os dejo el comunicado entero:



-14 enero 2012-
Hola c: como verán, he estado subiendo cosas de Death Note ^^ espero me perdonen por no actualizar lo de Kuroshitsuji y KHR xD pero me he enamorado y solo me llegan cosas de Death Note a la mente xD juju.
En cuanto a los drabbles de kuro, ya los terminé. Gracias por sus reviews:3
El fic largo de Kuro, está en proceso. Espero actualizar YA porque que grosera de mi parte no hacerlo xD
"Por amor" de KHR me causo problemas... no tengo un hilo el cual seguir asi que lo mas probable es que lo borre y lo resuba cuando esté bien planeado.
El tres shots de kuro ya lo termino. juju lo siento xD


Y como despedida...os dejo el 4º capitulo de Por amor 


-Tch, estúpido gato.-
-Jajajaja solo quería descansar Gokudera, déjalo.-
-Esa era mi almohada!-
-Jajaja iré a pedir otra a una empleada, espera.- Dino se retiró de la habitación mientras Gokudera fulminaba con la mirada al causante de que la alfombra estuviera atestada de plumas y tela blanca. Uri dormía tranquilo encima de una pila de lo que alguna vez fue una almohada con unas cuantas plumas en su pelaje. En esos momentos, Gokudera juraba que estaría despertando a Uri para regresarlo a su caja, pero debido al comportamiento que el gato había tenido últimamente, no lo hizo.
Uri se había estado comportando de una forma más hostil con todos, incluso con el Noveno, con quien antes era muy tranquilo y dócil. Algo había afectado el comportamiento del felino y ahora solo con el no era tan agresivo. Hayato podía dejarlo libre de vez en cuando y verlo pegarse a todos sus muebles, como si buscara algo, después de examinar toda la habitación, se acercaba a su dueño y se acurrucaba en sus pies de forma lenta y casi podía asegurar que triste.
Así que después de recibir la almohada que Dino le trajo, se despidió del mafioso y se tiró en su cama para descansar al fin. El día había sido demasiado agitado, había entrenado el lanzamiento de bombas a corto alcance, esquivado balas, varios combates cuerpo a cuerpo con los agentes de seguridad Vongola y para terminar una extenuante ronda de papeleo de la división estratega.
En realidad no sabía cuál de todas esas cosas era la que más le cansaba. Ahora que lo pensaba, era más cansado ir a los juegos del idiota del beisbol, solo iba a esos partidos para acompañar a su decimo, no iba a permitir que el decimo fuera solo con ese friki. El no dejaría al decimo solo.
Ni siquiera ahora, a miles de kilómetros de distancia.
Gokudera tomó el móvil que estaba en la mesa de noche, y comenzó a teclear un mensaje.
"Como está el decimo?"
Espero y en menos de 1 minuto el móvil vibró acompañado con un tono de una película de ciencia ficción. La pantalla indicaba un mensaje nuevo del "Idiota del Beisbol"
"Gokudera! Jajaja tanto tiempo! Estaba preocupado, ¿por qué no contestas mis llamadas? Que tal Italia?"
"¡NO TE DESVIES IDIOTA ¿COMO ESTÁ EL DECIMO?" Gokudera tecleo con fuerza.
De haber podido elegir, hubiera llamado a Tsuna, pero Reborn le había dejado claro que no debía contactarse con el decimo Vongola a menos que él lo ordenase, y el más cercano a su querido capo era Yamamoto. Y Reborn no dijo nada acerca del beisbolista.
"Bien, supongo. No hemos hablado en mucho tiempo sabes. Tsuna está… más aislado de nosotros, incluso de Kyoko"
Gokudera sintió una opresión en su pecho y suspiró, apenas iba a comenzar a teclear para decirle que le hiciera saber al decimo que el siempre estará para él, que lo apoya desde lejos y le da ánimos, pero la vibración y el tono lo interrumpieron.
"Y, bueno… se pasa los días en el comité de disciplina… con Hibari"
Espera… ¿qué?
¿El decimo con Hibari? ¿Sawada Tsunayoshi? ¿El mismo decimo que muy apenas controlaba su miedo frente a Hibari, ahora se pasaba los días con él? ¿Por qué con él?
Yamamoto miraba su móvil esperando la respuesta de su amigo. Nada. Quizás Gokudera no lo tomó muy bien.
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El olor a menta, el sonido del bolígrafo raspando el papel y el frio de la habitación hacían que Tsuna se tranquilizara y dejara su mente en blanco, se distraía de sus problemas e inquietudes y se dedicaba a mirar al mayor mientras llenaba los documentos que Kusakabe le llevaba de vez en cuando.
Hibari había dejado de intimidar a Tsuna desde aquel día hace 2 semanas y se había dedicado a enseñarle unas cuantas cosas de cálculo para que el castaño terminara sus deberes, aparte de que procuraba que asistiera a todas sus clases. Tsuna ni siquiera se dio cuenta que poco a poco se fue acercando mas al prefecto a tal punto de entablar una conversación al menos coherente y se dio cuenta cuando se vio a si mismo sentado en el sofá del comité disciplinario esperando que sonara el timbre para volver a clases.
Aunque no le gustaba mucho pasar su tiempo libre en aquel salón, era lo menos deprimente que podía hacer. Estar con Yamamoto le hacía sentir algo melancólico y Kyoko-chan se la pasaba preguntándole si estaba bien, a un punto desesperante que Tsuna nunca pensó que la dulce chica alcanzaría.
Y por eso, estar con el "ya no tan aterrador" Hibari-san era reconfortante en muchas formas.
-¿Qué haces?- Hibari lo sacó de sus pensamientos. Tsuna tenía los ojos sobre Hibari, pero la mirada en algún punto muerto. Tsuna notó eso y miró hacia el suelo algo nervioso.
-Ah! Lo-lo siento Hibari-san. Estaba… pensando. Lo siento.-
Hibari alzó una ceja y miró con atención como el castaño enredaba y desenredaba un hilo saliente del sofá. No entendía porque si Sawada había decidido seguirlo por si solo, se pusiera tan nervioso cuando el prefecto le hablaba. Quizás aun le tenía miedo, no importaba realmente, solo importaba que le podía preguntar ciertas cosas.
-¿Qué haz sabido de ese italiano?- Hibari preguntó y pudo notar el sobresalto que provino del decimo junto con una mirada apagada. ¿En verdad aquel sujeto era tan importante para el castaño?
-¿Hablas de Gokudera-kun? No he hablado con él ni con Dino-san, pero sé que están bien.- Tsuna notó que Hibari aun lo observaba. ¿Qué quería? - Uhm… Hibari-san… ¿Dino no vendría a entrenar contigo cada mes?-
Hibari iba a hablar pero calló al sentir su móvil vibrar. Abrió la tapa de este, leyó un "estoy aquí" y se levantó de la silla.
-Termino el descanso Sawada Tsunayoshi, largo.- Tsuna se extrañó ante la repentina reacción de su guardián, así que sin buscar motivos, tomó sus cosas y salió del cuarto.
Hibari golpeó a un par de estudiantes con la camisa de fuera, acorralo a una chica hasta que se colocó el moño del uniforme correctamente y regañó a un profesor por ser descuidado y dejar las respuestas del examen de matemáticas encima del escritorio, todo eso antes de subir a la azotea.
-Kyoya!- el caballo idiota sonreía igual de idiota como siempre, solo había un ligero cambio; no portaba su látigo. El pelinegro lo notó pero no por eso quiso detener su sed de sangre. Pelear con el Cavallone lo excitaba mucho, era un oponente fuerte, ágil e inteligente, además de que su buen humor e inagotable sonrisa siempre alentaban a Hibari a querer golpearlo más de lo necesario.
Y esta vez no sería la excepción. Kyoya sin titubear ni saludar a su tutor, se abalanzó sobre Dino con una media sonrisa y las tonfas en alto.
El pelinegro acortó rápidamente la distancia entre ellos y lanzó un golpe hacia la cara del rubio, pero este lo esquivó solo haciéndose un poco hacia atrás. Con la otra tonfa Hibari golpeó el brazo derecho de Dino quien no hizo nada para evitar el siguiente golpe, que fue en el estomago.
El mayor cayó al piso y no hizo nada por levantarse, algo que Hibari notó. El pelinegro se acercó a Dino y colocó un pie en su abdomen con una ligera presión.
-¿Y ahora qué?-
-Jajajaja no vengo a eso Kyoya. Debemos hablar, ¿sí?-
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Tsuna entró a su última clase decidido a prestar toda su atención al profesor, tal como Hibari-san le había dicho, no miraría por la ventana ni pensaría en ninguna otra cosa que no fuera la lección.
El profesor entró al salón con una pila de hojas de papel y las coloco sobre el escritorio, sacó un gis y comenzó a escribir en el pizarrón "El que termine, puede salir".
-Bueno hoy tendremos examen sorpresa. Saquen sus lápices y borradores.- esto no podía ser peor. No había estudiado, no había prestado atención a sus clases anteriores y ahora esto. Alguien allá arriba debía odiarlo demasiado.
Al tener el examen en sus manos leyó las preguntas un par de veces cada una. Para su sorpresa supo resolver 8 de 10 problemas. En verdad que Hibari era un buen maestro.
Terminó en menos de 15 minutos y entregó su examen para después salir del salón. Se sentía realmente emocionado, cosa que hace tiempo no sentía, presentía que obtendría una buena calificación y ahora iría al salón del comité de disciplina hablar con Hibari-san para agradecerle su apoyo y sus asesorías.
En realidad hace tiempo no se sentía ni siquiera de humor de entrar a clases. Y es que la partida de Gokudera-kun le había afectado bastante, Tsuna nunca había tenido tan buenos amigos como él y Yamamoto, y perder a tu mejor amigo era un dolor realmente horrible.
Pero ahora que lo pensaba, últimamente no se había acercado a Yamamoto, de hecho, ya no hablaba con él. Y no era que el moreno no lo buscara, al contrario, era Tsuna el que lo evitaba. Tsuna prefería pasar su tiempo libre en casa viendo televisión o en la sala del comité disciplinario con Hibari.
¡Pero no era su culpa! Hibari era como su inyección de morfina, lo calmaba y lo distraía, era algo desconocido, algo con lo que Gokudera no había tratado así que no le traía recuerdos ni sensaciones nostálgicas a Tsuna, además de que Hibari era interesante. Era su guardián de la nube ya por casi 1 año y apenas había descubierto detalles interesantes de Hibari, por ejemplo que casi no asistía a clases y aun así tenía uno de los mejores promedios de Namimori media, también que era muy cuidadoso con su pequeño Hibird, que tenía una extraña afición a garabatear con una pluma mientras esperaba algo.
Esos pequeños e insignificantes detalles que distraían a Tsuna, lo distraían tanto que a veces comparaba su torpeza al estar con Kyoko con la que demostraba con Hibari.
Pero aun así, con todas las distracciones que se auto asignaba al estar con Hibari-san, con la "nueva" responsabilidad de hacer todos los días las tareas y con el interminable entrenamiento de Reborn, Tsuna aun sentía el vacio que había dejado su mejor amigo en su vida, la sensación extraña de cuando pierdes algo y lo necesitas en ese momento. Esos sentimientos se manifestaban en Tsuna apenas salía de su escuela.
Era un sentimiento más fuerte y doloroso que ningún otro y no entendía el porqué.
Tsuna entró al salón y apenas se sentó en el sofá, entró Hibari-san molesto.
-Hibari-san?- Tsuna se estremeció cuando lo vio acercarse con un aura peligrosa que hace tiempo no sentía. El pelinegro lo tomó por el cuello de la camisa y lo estrelló contra el sofá sin dejar de mirarlo.
Tsuna tragó saliva, la penetrante mirada de Hibari era de rabia pero al mismo tiempo pudo detectar otro sentimiento.
-Hi-Hibari-san?- este no le respondió, solo seguía sujetando a Tsuna con impotencia y esa misma mirada.-Por-porque estas… tan… triste?- sin pensarlo, el castaño elevó una mano hasta su cuello para tocar la de Hibari. Hibari apretó un poco más fuerte y Tsuna tosió.
-No nos son necesarios. No lo necesitas Tsunayoshi.-
-Hibari-san?- el más pequeño no entendía las palabras del mayor, quien hablaba con furia pero en un tono apenas audible.
-No necesitas a Gokudera Hayato.- Tsuna nunca se había sentido tan confundido como lo estaba en ese momento. ¿Por qué demonios Hibari sacaba a flote a Gokudera-kun?
Tsuna sintió como sus ojos se congestionaban. Si, Hibari lo hacía olvidarse de sus problemas, pero a la vez se sentía más débil a su lado.
-No vas a llorar herbívoro, tu estas aquí y eso es lo único que importa. Si antes de conocerlo pudiste vivir tranquilo, puedes hacerlo ahora.- el prefecto aflojo el agarre del cuello de Tsuna y suspiró cansado.- El no te necesita, si lo hiciera aun estaría aquí… -
El castaño sintió que se rompía al escuchar eso. Si Hibari-san lo decía era porque solo era la verdad. Por un momento mas, Tsuna quiso llorar, pero la mirada llena de sentimientos encontrados que Hibari le daba, lo retuvieron, y solo atinó a abrazarlo por segunda vez en su vida.
-Yo estoy… aquí.- aunque de nuevo Hibari no correspondiera el abrazo, sentía que en verdad lo necesitaba, se sentía patético e inútil, como un herbívoro.
Pero que mas daba, cuando estaba con Sawada Tsunayoshi se sentía ocupado, sentía que de alguna forma estaban pasando por lo mismo.
Hibari Kyoya se sentía débil.
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-¿Qué pretendes con decirle eso? Eh Dino.-
-Reborn!-
- Ciaossu-
-Pues… es simple. Gasto dinero de la familia en viajar cada mes a Japón solo por un fin de semana, además de que en casa aun hay cosas que hacer y está lo de Gokudera y…-
-Dime la verdad idiota.- el arcobaleno le lanzó una vara a la cabeza mientras bajaba del techo del segundo piso de la azotea, donde solía dormir Hibari.
-Ouch!... jajaja pues, esa es! Jajajaja.- el rubio dejó de reír cuando notó que su ex tutor levantaba una nueva rama.- Es algo personal.-
-Ya veo.- Reborn lo meditó un momento y agregó:- Es una de las mejores decisiones que haz tomado. Recuerda que no puedes hacerte para atrás, y menos tratándose de Hibari Kyoya. Creo que incluso servirá con el dame-Tsuna, después de todo el también necesita alguien en quien apoyarse.- Reborn dio media vuelta y se fue.
Dino abandonó su sonrisa. Ahora entendía a Gokduera.

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